Este marzo promete ser un mes cargado de energía intensa y cambios significativos en el panorama astrológico. Arrancamos con Venus iniciando su fase retrógrada el 2 de marzo a 10° de Aries, justo al lado de Salacia, un cuerpo celeste que simboliza el amor incondicional. Este tránsito tiene un impacto poderoso, ya que Venus, en su retroceso, pasará de Aries a Piscis, recordándonos la última vez que recorrió este mismo tramo del zodiaco en 2017. ¿Qué estaba ocurriendo en tu vida en ese entonces? Aunque las circunstancias han cambiado, la influencia sobre la misma área de tu carta natal sigue vigente.
Por lo general, Venus permanece aproximadamente un mes en cada signo, pero debido a su movimiento retrógrado, este año pasará dos meses en Piscis y tres en Aries. Su trayecto se desarrolla de la siguiente manera:
- 3 de enero: Ingreso en Piscis
- 29 de enero: Inicio de su periodo de pre-sombra en 24° Piscis
- 4 de febrero: Entrada en Aries
- 2 de marzo: Estacionamiento retrógrado
- 27 de marzo: Regreso a Piscis
- 13 de abril: Vuelve a movimiento directo
- 30 de abril: Reingreso en Aries
- 15 de mayo: Regreso a 10° Aries, cerrando así su ciclo retrógrado
Un evento clave de este mes es el Eclipse Solar del 29 de marzo, que ocurrirá en 9° de Aries, un punto activado a lo largo de todo el mes. Si tienes planetas cerca de los 10° de Aries, Cáncer, Libra o Capricornio, sentirás esta energía de manera profunda.
Venus, en astrología, se asocia con nuestros valores, relaciones y la forma en que nos vinculamos con los demás. Este tránsito retrógrado nos invita a reflexionar sobre nuestras relaciones personales y laborales. Es un período de reconsideración: ¿quiénes son las personas que realmente valoramos?, ¿quiénes nos inspiran?, ¿han cambiado nuestras percepciones? Es posible que notemos que lo que antes nos importaba pierde relevancia o, al contrario, que ciertas personas que antes pasaban desapercibidas ahora cobran una gran importancia.
El viaje de Venus desde Aries hasta Piscis nos lleva a replantearnos qué tipo de figuras admiramos: ¿seguimos idealizando al guerrero valiente y agresivo, o comenzamos a valorar al líder compasivo y responsable? La evolución del concepto de masculinidad es clave en este tránsito, alejándonos de estereotipos tóxicos para reconocer una nueva forma de ser y de relacionarnos.
Este mes también trae un Eclipse Lunar el 14 de marzo en el eje Virgo-Piscis, con los Nodos Lunares a solo 4° de distancia y Saturno desempeñando un papel crucial al estar en conjunción con el Sol. Este evento puede manifestarse como una necesidad de establecer límites o dar estructura a algo en lo que hemos estado trabajando.
Otro aspecto fascinante es la conjunción exacta entre Pholus y Quaoar en 11° Capricornio, un evento cósmico que refleja las transformaciones en la política global. Pholus simboliza la liberación de energías contenidas, mientras que Quaoar representa la construcción de nuevos sistemas. En Capricornio, esta combinación sugiere una crisis en las instituciones tradicionales y la posibilidad de cambios profundos en el poder. Figuras políticas como Donald Trump personifican este fenómeno, donde las viejas estructuras colapsan y emergen nuevos modelos, aunque sin garantía de que sean más justos o equitativos.
En términos mitológicos, Pholus revela los problemas ocultos y Quaoar nos da las herramientas para reconstruir. La pregunta clave es: ¿qué tipo de sociedad queremos crear?
El 30 de marzo, Neptuno ingresa en Aries por primera vez en 165 años, marcando el cierre de un ciclo que comenzó antes de que cualquiera de nosotros naciera. Este cambio nos impulsa a un renacimiento a nivel individual y colectivo, un llamado a trascender las luchas de poder y abrazar una visión de unidad y cooperación.
Marzo es un mes crucial para reflexionar, despertar la compasión y soltar las críticas destructivas. Como bien dijo Leonard Cohen:
«Hay una grieta en todo, así es como entra la Luz.»